Las formas de los tiburones presentan lineas hidrdinámicas. Adaptados para la velocidad, estas perfectas "máquinas de nadar" se desplazan generalmente con lentitud, pero capaces de desencadenar una gran reserva de potencial, pueden alcanzar a veces velocidades muy elevadas. 
                                                                                               
                                                         ORGANOS    SENSORIALES


   La búsqueda de las presas por los depredadores implica la presencia de instrumentos adecuados. Los tiburones poseen un conjunto muy complejo de órganos sensoriales cutáneos que les permiten percibir ciertas sensaciones, de tipo químico o físico, que , como seres aéreos, no es difícil concebir. Estos órganos son de diverso tipo. En la actualidad están siendo objeto de investigaciones delicadas y minuciosa por parte de los fisiólogos.
   La linea lateral es un órgano común a casi todos los peces. El los tiburones consiste en unos canales, hundidos en el espesor de la dermis, llenos de mucosidad y provistos de órganos sensoriales, que comunican con el exterior por medio  de túbulos que desembocan en la epidermis a intervalos regulares. Algunos de estos canales siguen el trazado de la linea lateral de los teleósteos, pero existen otros, repartidos por la región de la cabeza, denominados canales cefálicos, que se dividen en varias ramas.
   En toda la parte anterior del cuerpo de los escualos se puede observar una gran cantidad de poros, que dejan salir, al apretarlos, una mucosidad consistente y transparente: son las aberturas externas de las ampollas de Lorenzini, tubos alargados que desembocan, en su parte profunda, en una especie de ampolla o sáculo que encierra un órgano sensorial.
   Finalmente, las criptas sensoriales (pit organs de los anglosajones) son una tercera categoria de órganos cutáneos. En casi todos los casos, el órgano sensorial que tiene aspecto de una yema gustativa, está protegido por dos espículas diferenciadas. Las criptas están repartidas por todo el cuerpo, sobre todo en las regiones dorsal y cefálica.
   Existen también, en la dermis, terminaciones nerviosas libres, cuyo papel no ha sido todavia definido con precisión.
   La función olfativa, que complementa la función de estos órganos sensoriales, es muy importante, quizás incluso primordial. La disección de la cabeza de un escualo muestra el gran desarrollo de los lóbulos olfativos y de su aparato receptor: los repliegues de Schneider, situados en el interior de los orificios nasales, localizados, en la mayoría de los casos, en la cara inferior del hocico (excepto en el tiburón ballena y en el pez martillo, en los cuales se encuentran en la parte anterior de la cabeza).
   Un sentido que en otro tiempo dio lugar a numerosas controversias es la vista. Se admitió durante mucho tiempo que los tiburones estaban particularmente desfavorecidos a este respecto. Su agudeza visual se consideraba muy débil, aunque la sensibilidad a las impresiones luminosas estuviese normalmente desarrollada. Por el contrario, los buzos afirmaban que los tiburones poseían una vista normal, no inferior a la del hombre. Experimentos recientes llevados a cabo por el profesor Perry W. Gilbert parecen confirmar esta última opinión. En cuanto a la audición, es objeto de investigaciones, particularmente en Bimini, Florida; estas investigaciones han probado que los escualos pueden reaccionar de manera muy clara a la emisión de sonidos de frecuencia distinta.
   La simple enumeración de estos órganos sensoriales muestra hasta qué punto los tiburones están equipados para permanecer en contacto con su medio. No obstante, la función precisa de cada categoría de órganos  no siempre estácomprendida; por ejemplo, la acción de las criptas sensoriales, de las ampollas de Lorenzini, incluso de la linea lateral son aún objeto de investigaciones. Las sustancias sápidas que pueden ser percibidas  por los peces están disueltas en el agua, habiendose propuesto el término de olfato-gustación para definir el conjunto de sus sensaciones "quimicas". Estas últimas parecen desempeñar el papel principal en la búsqueda de presas, para distancias superiores a los 15 m. La vista empieza a intervenir a partir de estos 15 m, según la fuerza y la dirección de las corrientes, la claridad del agua y la intensidad de la luz. A Menos de 3 m, la vista es probablememte el sentido predominante. Todo esto proviene de las experiencias realizadas en Bimini con Negaprion brevirostris. Pero es preciso añadir igualmente la percepción de sensaciones "mecánicas": variaciones de la presión hidrostática, vibraciones varias, etcétera.