LOS PRINCIPIOS  DE  LA  CAZA  DE BALLENAS

El termino "caza  (o pesca ) de las ballenas" no tiene, en lengua castellana, una gran precisión científica. En efecto, sería más exacto decir "caza de los cetáceos", en cuanto que objeto de esta actividad industrial y comercial, particularmente hoy en día, son muchas especies de mamíferos marinos además de las ballenas propiamente dicha. 
 No obstante, la expresión, derivada de la traducción literal del término usado por las poblaciones que tradicionalmente han practicado este género de caza, ya está consagrada por el uso. Por tanto en este trabajo se usará el término "ballena" en vez del de "cetáceo objeto de caza" siempre que no sea precisar la especie.
   Si bien no existe documentación histórica sobre la caza de las ballenas anterior al siglo X, el valor de la presa de esteb tipo debía ser bien conocido por los hombres primitivos; así lo demuestran los huesos encontrados cerca de los pueblos prehistórico a lo largo de las costas atlántica e incluso mediterránea . En efecto, una ballena varada en la playa debía ser una especie de don del cielo a los ojos de poblaciones costeras para las que la búsqueda de alimento pódía a menudo constituir un grave problema. La reserva alimentaria que proporcionaba un gran cetáceo debió ser al principio el mayor valor de las ballenas a los ojos del hombre; solamente más tarde el aceite obtenido de la grasa de estos gigantescos mamíferos se convirtió en la razón principal de su caza .
   Cuando el hombre hubo aprendido a construir embarcaciones capaces de navegar en alta mar descubrió que las dificultades presentadas por este tipo de capturas podían ser superadas realizando maniobras adecuadas con las embarcaciones  para obligar a los ejemplares más pequeños a quedar varados en las playas.
   Este primitivo método de caza deb las ballenas se practica aún en las islas  Faeroes y en algunas islas del pacífico sue. En el Medievo se idearon nuevas técnicas para la captura y muerte de las especies de mayor tamaño. Estos métodos, con ligeras diferencias, aparecieron simultáneamente  tanto en Occidente como en el Extremo Oriente.
   Los cetáceos objeto de caza se distribuyen en dos subórdenes: odontocetos y misticetos. En efecto , entre  los odontocetos se clasifican las diversas especies de dilfinidos, los narvales, la orca y los gigantescos cachalotes. Los  misticetos comprenden sólo once especies (con numerosas subespecies), todas objeto de caza, entre ellas los enormes rorcuales y las ballenas propiamente dichas, casi todos animales de grandes dimensiones.
   Todos ellos poseen una gruesa capa de grasa, que les sirve de excelente aislante térmico. En los cachalotes y en las ballenas el espesor de esta capa de grasa es tal que flotan incluso cuando están muertos, mientras vque los rorcuales, por tenerla más delgada se hunden una vez muertos. Ësta es la razón de que las ballenas propiamente dichas y los cachalotes fueran las primeras presas a las que se les diera caza, ya que su descuartizamiento resultaba bastante más fácil después de darles muerte.
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